Festividad de la Fiestas de la Magdalena de Castellón
En las Fiestas de la Magdalena de Castellón presentan un componente diferenciador con respecto a las celebraciones de otros pueblos y ciudades. Esta ciudad no festeja en las fiestas de la Magdalena, a su patrón, como suele ser frecuente, sino que Castellón asume el reto de conmemorar sus orígenes.
La peregrinación penitencial cuaresmal, el recuerdo histórico del hecho del traslado de la ciudad de la montaña al llano fértil y la fecha variable del tercer sábado de cuaresma, en la actualidad domingo, son tres características estrechamente ligadas al origen del núcleo central de nuestras fiestas: la romería. Estos elementos constituyen un claro patrimonio cultural de los vecinos.
En las Fiestas de la Magdalena de Castellón se conmemora sus origenes con una serie de actos tradicionales (Pregó, Desfile de penitentes, Desfile de Gaiates), cuyo epicentro es la célebre «romeria de les canyes».
En la romería los castellonenses nos reafirmamos como pueblo.. A través de la Feria y Fiestas de la Magdalena, presentamos el testimonio de una ciudad viva, que mantiene el pálpito de su historia convertida en metáfora festera.
Mitología, tradición, leyenda e historia se funden y dan la mano en el crisol de la cultura popular de nuestra tierra.
Pero al mismo tiempo, junto a las manifestaciones tradicionales, se han ido añadiendo con el paso de los años, un variado mosaico de actos lúdicos que logran enamorar y enganchar a vecinos y forasteros, añadiéndole un nuevo valor a nuestras fiestas: el carácter popular. A lo largo de los 9 días de fiesta, es continua la afluencia masiva de gente en la calle, para participar en la amplia oferta que todos los colectivos ofrecen.
Conciertos, espectáculos pirotécnicos, compañías de animación, agrupaciones musicales internacionales, gaiatas y collas, invaden la calle y, la alegría y la luz, se adueñan de los días y noches primaverales. La fiesta es continua. Cada rincón de Castellón tiene su momento.
En las Fiestas de la Magdalena de Castellón con gran respeto a las tradiciones y con grandes dosis de innovación, año tras año, se renuevan los esfuerzos para ofrecer unas fiestas de todos y para todos. Nuestra ciudad, Castellón, se dirige al futuro con ilusión y esperanza.
Somos un pueblo trabajador, amante de las tradiciones y abierto a nuevos retos, que también sabe divertirse.